martes, febrero 07, 2006

¡GRANDE, DIEGO!

Una mujer denunció al párroco de Añatuya, por haberle manoseado el pubis mientras dormía durante un viaje en micro.
Al ser interrogado por la policía, el párroco dijo "yo no la toqué, fue la mano de Dios".
P.D.: Bendito el que viene en nombre del señor.